En mi afán de pelear contra los «alimentos» procesados, he preparado este artículo que seguro te afectará en mayor o menor medida. El tomate frito es un producto que se encuentra en muchas casas, es una forma fácil y rápida de hacer una salsa para tu plato de pasta o verduras.
Es un producto que se encuentra de muchas marcas y formas: con aceite de oliva, con especias, estilo casero (nada más lejos de la verdad), triturado, etc. Independientemente de su forma, la lista de ingredientes contiene uno en concreto que está en todas las recetas: el azúcar.

El engaño del tomate
Estás caminando por los pasillos del supermercado, y de repente te encuentras con una estantería con 500 variedades de tomate frito. En ese momento piensas: «un platito de espaguetis con salsa boloñesa será perfecto para comer».
Con esa idea en mente tienes claro que cumples con tu plan de comer sano y natural, al fin y al cabo, ¿qué puede tener de malo un poco de tomate?
Pues justo eso es lo que la industria alimentaria quiere que pienses cuando te encuentras delante de estos productos. Pero tú has estudiado la asignatura de Lectura de Valores Nutricionales y Lista de Ingredientes I, y no te engaña nadie.
Con una mirada rápida a la etiqueta de los productos te das cuenta de que en 200 ml de producto ¡la mayoría tiene entre 15 y 20 gramos de azúcar! Y los productos ecológicos no se escapan, cuidado con relacionar ecológico con sano porque no siempre es cierto.
La realidad es que casi todos los productos procesados contienen azúcar, porque de esa forma consiguen que resulte agradable para el paladar.
Recuerda que debemos darle prioridad a los alimentos que no llevan etiqueta (es decir, los productos frescos), y que en caso de comprar algún producto envasado es mejor dedicarle medio minuto a leer la etiqueta del mismo para elegir el más sano.
Receta para salsa de tomate casera
La mejor opción siempre será hacer tú mismo/a tu salsa de tomate. Es la única forma de garantizar la calidad y proporción de los ingredientes que lo componen. Para ayudarte, te dejo una receta sencilla para hacer una salsa de tomate casera rica y sana.
Ingredientes:
- 1 kg de tomates
- 1 cebolla pequeña
- 1 diente de ajo
- Aceite de oliva virgen extra
- Orégano, al gusto (opcional)
Preparación:
- Corta la cebolla, el ajo y los tomates.
- En una olla, cocina a fuego medio la cebolla y el ajo con aceite durante unos 10 minutos. Añade los tomates y déjalos cocinar durante media hora más.
- Tritura la mezcla con una batidora y déjala otros 30 minutos a fuego medio, removiendo de vez en cuando*.
- Añade orégano si quieres, ¡y listo!
*Si quieres añadir un poco de azúcar para contrarrestar la acidez del tomate, hazlo después de triturar la mezcla. Aunque le pongas azúcar a la salsa, siempre será en proporciones infinitamente menores que en el caso del tomate procesado, una cucharada suele ser suficiente.
**Santi, uno de nuestros lectores, nos recomienda añadir zanahorias para cortar la acidez, como alternativa sana al azúcar.
Gracias por este gran consejo 😉
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Gracias! Acabo de descubrir este blog y ya estoy compartiéndolo.
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¡Muchas gracias a ti!
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¿El tomate crudo triturado que se vende en latas tiene también azúcar? Es que es el que compro para hacer mi tomate frito en casa y así evitar los industriales con mucho azúcar y vaya usted a saber con qué grasa…y en los ingredientes de la lata no pone azúcar añadido.
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Hola Lourdes,
Si en la lista de ingredientes no aparece la palabra «azúcar», entonces el producto no contiene azúcares añadidos, solamente contendrá aquellos que de por sí contengan los tomates, con los cuales no tenemos problemas.
El artículo se refiere al tomate frito ya preparado, siempre que lo hagamos nosotros mismos en casa podremos garantizar que no lleva azúcar si no queremos echárselo.
¡Un saludo!
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Hola, si no quereis poner azucar, yo le pongo zanahorias, es sano, dulce y cosrta un poco la acidez….
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Hola Santi,
¡Gracias por tu aportación¡ Me parece una alternativa fantástica, voy a actualizar el artículo.
¡Un saludo!
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Otra alternativa (lógica) contra la acidez del tomate es añadir una cucharadita de bicarbonato sódico. Hará una reacción espumosa (ácido+base) que desaparecerá junto con la acidez.
En preparados industriales no se usa nunca, porque mantener un ph bajo facilita a su conservación, de ahí que incluso añadan ácido cítrico en el 99% de las conservas vegetales, pero para una salsa casera de consumo instantáneo es perfecto.
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Hola, suelo hacer tomate frito casero y lo he hecho de muchas maneras, con diversos tipos de tomates, y añadiendo más o menos ingredientes según el gusto del momento. Cada vez que lo mezclo con la pasta no puedo dejar de preguntarme siempre lo mismo: ¿Qué demonios le ponen al tomate frito industrial para que la pasta se quede roja? Siempre que utilizo la mía, mis platos están riquísimos pero el resto de los alimentos apenas coge un poco de color, y por supuesto, el plato casi no se mancha.
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